Perdón, perdón y gracias
COSAS QUE PASAN ALFONSO USSÍA
Cuando la izquierda fusila, ejecuta a fascistas. Cuando lo hace la derecha, asesina.
Perdón por haberme confundido.
Con el fin de
adaptarme anímicamente a la Ley de Memoria Democrática de Sánchez, Bolaños,
Marlaska, Podemos, ERC y la ETA, necesito pedir perdón. Y lo hago, en hinojos y
humillado desde una petición de misericordia iluminada por la gratitud
histórica. Quiero agradecer desde aquí a socialistas y comunistas su entereza y
coraje por fusilar sin dudas a cinco mil peligrosos elementos de la Reacción
conservadora en Paracuellos del Jarama, entre ellos, a 267 menores de edad.
Obviamente, esos asesinatos, ya perdonados por la Ley de Amnistía, no pueden
calificarse como tales. Cuando la izquierda fusila, ejecuta a fascistas. Cuando
lo hace la derecha, asesina. Perdón por haberme confundido.
Como nieto de un ejecutado en Paracuellos, el escritor y comediógrafo Pedro Muñoz-Seca, quiero pedir perdón a socialistas y comunistas por haberlos responsabilizado de su muerte. El culpable fue él, escribiendo lo que no gustaba a socialistas ni comunistas. Y les agradezco, con muchos años transcurridos después de su valiente gesta, de haberse mofado de Muñoz-Seca, cuando herido de muerte sobre la tierra de Paracuellos, tuvo que esperar más de cuatro minutos de agonía mientras los milicianos, con gran sentido del humor, se reían de sus últimos estertores, para recibir el tiro de gracia. Y deseo agradecerles la eficacia de su tiro de pistola en la sien, tardío pero definitivo, prueba de la caridad y humanidad de quienes se vieron obligados, por culpa de sus comedias, a terminar con su vida.
La casa de la juerga
Tengo un borrico canelo
más sabio que un profesó,
con orejas de ministro
y ojos de gobernaó
Rebusna como si fuera
diputao ministerial
y se come hasta el pesebre
como cualquier consejal.
Yo quisiera que a mi burro
lo sacaran diputao,
porque otros siendo más burros
a ese puesto ya han llegao.
Pero temo que de serlo
vaya a quedarme sin él,
porque como allí habrá tantos
no lo voy a conocer.
¡Estos versos tienen más de cien años de antigüedad!
Pido perdón en nombre
de la familia Ceñal. Ocho hermanos asturianos. Ramón y Rafael y el mayor de
todos no se hallaban aquella noche en su casa. Los primeros estaban en el
Seminario, y el tercero se había incorporado al Ejército Nacional, el que ganó
la guerra y hoy, afortunadamente, la ha perdido con más de 80 años de retraso.
Pido perdón en nombre de su madre, que vio cómo, con justicia revolucionaria,
se llevaron a sus cinco hijos para fusilarlos por el terrible delito de creer
en Dios, y entre los cinco, al más pequeño, que había cumplido diez años de
edad. Pido perdón a los que se vieron inducidos a fusilar a esos cinco jóvenes
y peligrosos cristianos, y lo hago también en nombre de su madre, que no supo
interpretar la situación, perdió la cabeza, y se fue apagando poco a poco en un
hospital con un rosario entre las manos hasta que su merecido sufrimiento
terminó con su vida.
Pido perdón y
agradezco a socialistas y comunistas el fusilamiento de los cinco hermanos De
la Quadra Salcedo y Arrieta Mascarúa. De los obispos, sacerdotes, religiosos, seminaristas,
monjas y hermanas de la Caridad que murieron torturados y fusilados, ellas
previamente violadas, por su empecinamiento antidemocrático de creer en Dios y
no dar su brazo a torcer, prueba inequívoca de su soberbia, renegando de su fe.
Pido perdón a socialistas y comunistas y al presidente de la Generalidad de
Cataluña, Luis Companys, por las muchas decenas de miles de militares y
paisanos ejecutados, por no tener cabida, lugar ni sitio en la España roja y
separada, paraíso de la igualdad, de Largo Caballero, Negrín, Prieto y Stalin.
Y como la nueva Ley de Memoria Democrática alcanza hasta 1982, ruego
encarecidamente a la ETA, hoy gobernante con sus votos, que me perdone por no
saber aceptar las ejecuciones –jamás asesinatos–, de los vascos y demás
españoles que no perdieron ni un segundo en intentar ser comprensivos con la
valentía de sus comandos. Especialmente, los comandos que asesinaron niños,
futuros fascistas.
Pido perdón y
agradezco que, al fin, gracias a la Ley de Memoria Democrática de Sánchez,
Bolaños, Marlaska, Podemos, ERC y la ETA, haya alcanzado la luz de la verdad, y
aprendido la diferencia que se establece entre el asesinato derechista y la
ejecución obligada por motivos de progreso, sostenibilidad, empoderamiento y
futuro.
Perdón, perdón, y
gracias mil, Sánchez, Bolaños, Marlaska, ERC, Podemos y la ETA.
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