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ANDERSEN SE INSPIRÓ EN SU PROPIA VIDA PARA CREARLO
Hans Christian Andersen nació en Odense, Dinamarca, el 2 de
abril de 1805. Hijo de un zapatero y una lavandera, vivió su niñez rodeado de
una extrema pobreza, de tal manera que en ocasiones se vio obligado a mendigar
y no tuvo otro cobijo que un puente. Sin embargo, el poeta y escritor creía que
no era hijo de su padre, sino que era el vástago ilegítimo del príncipe
Christian Frederik que más tarde sería coronado como Christian VIII de
Dinamarca.
Andersen era un muchacho feo y desgarbado, con una enorme
nariz y unos grandes pies, que prácticamente no tuvo amigos en su niñez y
sufrió acoso durante años. Incluso en su juventud, fue rechazado como cantante
de ópera y artista teatral, siendo objeto de burla por parte de sus compañeros.
Sin embargo, finalmente logra triunfar como escritor y alzar el vuelo muy por
encima de los que se habían reído de él.
El cuento del patito feo sería una metáfora de su propia
vida. Un polluelo de cisne criado entre patos. Los historiadores creen que
antes de escribir el cuento, el autor encontró algo que le hizo pensar que era
de sangre real. La metáfora no sólo se aplica al hecho de que al crecer pudo
hacer brillar su belleza interior y su extraordinario talento, sino que explica
que él pertenecía a un linaje superior, era hijo de un rey.
Andersen, quiso ser cantante de ópera y actor, pero triunfó
como escritor y poeta, siendo sus libros de cuentos de hadas los que le
llevaron a alcanzar la fama. Murió en Copenhague el 4 de agosto de 1875.
Que Andersen se inspiró en su propia vida para crear el
Patito Feo no es una invención de historiadores y estudiosos de la literatura,
lo confesó él mismo. En una ocasión el crítico Georg Brandes le preguntó si
tenía pensado escribir su autobiografía, Andersen le contestó que ya había
escrito “El patito feo”.
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