Viene este libro a narrar filosofías que lamentablemente hoy están obsoletas y no son ya vigentes, pero si de algún modo retornáramos a ese espíritu que reflejan, estoy seguro que este mundo sería más habitable.
LO QUE ESTUDIABAMOS CON FRANCO I
LA FAMILIA
Los hombres siempre han sentido la necesidad de unirse con otros seres de su especie para ayudarse recíprocamente. Pues bien: la agrupación primera, y a la vez la má fuerte que el hombre ha formado es la familia.
La familia es el conjunto de personas que, ligadas por vínculos de sangre y afecto, viven en un mismo domicilio: padres, hijos y, a veces, abuelos, tíos, primos, etc.
Ahora bien: toda agrupación, para conseguir sus fines, necesita un jefe. El jefe de la familia es el padre. Como tal, trabaja y manda. Trabaja para dar ejemplo y procurar el bienestar de los demás miembros; manda, para que bajo su amorosa autoridad cada cual cumpla su misión: loa madre administrando el hogar y los hijos preparándose para una vida moral y material digna.
Los padres siempre quieren lo mejor para sus hijos. Por eso, debemos someternos disciplinadamente a su autoridad y mantener con ellos y con los hermanos perfectas relaciones de respeto, obediencia, amor y cooperación.
Cuando somos niños, la escuela debe ser para nosotros como un segundo hogar. En ella hay un padre, el maestro, que abnegadamente trabaja y sufre en silencio para hacernos hombres de provecho.
Como a nuestro padre, al maestro le debemos respeto, obediencia y cariño. Y, como a nuestros hermanos, debemos amar a nuestros compañeros y colaborar con ellos.
Entre otras cosas, en la escuela debemos aprender a trabajar. Todas las cosas que existen son producto del trabajo y nadie debe disfrutar de ellas, si a su vez, no colabora para producirlas.
Piensa que la escuela es el yunque donde se forman los hombres del mañana. Trabajando ahora en ella y cooperando con tus compañeros te preparas para poner más tarde tu trabajo al servicio de la Patria y de la Humanidad.
Piensa también en la ley divina: "Ganarás el pan con el sudor de tu frente". Cumple este sagrado deber y disfrutarás del dulce placer que proporciona.
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