LO QUE ESTUDIABAMOS CON FRANCO II
LAS NORMAS Y EL BIEN COMÚN
La misión primordial de la autoridad es procurar el bien común de sus subordinados, conduciendoles por el camino más fácil y corto hacia el fin que se hayan propuesto.
Para lograr esta finalidad es preciso que la autoridad dicte normas encaminadas al bien común y que los subordinados las obedezcan. Sin la obedincia a las leyes o normas dictadas por la autoridad, no se puede lograr nada de provecho.
El guardia de la circulación nos somete a unas normas; pero gracias a ellas podemos circular con seguridad por la calle. El árbitro de fútbol hace cumplir un reglamento; pero gracias a él puede desarrollarse el juego.
Por lo tanto, no debemos mirar las leyes y normas de la autoridad como una imposición, sino como una cosa justa y necesaria para el bien de todos.
En la escuela, en el taller, o como miembros de la sociedad española, cumplamos con el deber de obedecerlas.
LA LIBERTAD COMO ATRIBUTO HUMANO
USO Y ABUSO
La libertad es una de las cualidades más hermosas de la persona humana. Gracias a ella el hombre goza de la facultad de obrar o no obrar de una u otra manera.
Ahora bien: una cosa es usar de la libertad y otra cosa muy distinta abusar de ella. Usa su libertad el que la emplea rectamente, sometiéndose a las normas del bien común y respetando los derechos de los demás. Abusa de ella el que la emplea para cometer actos que vayan contra la moral, la ley o la Patria.
Las leyes no coartan la libertad; solo la limitan para guiarla mejor. No nos convierten en esclavos, sino que nos libran del abuso de los demás. Cicerón decía: "Somos esclavos de la ley para poder ser libres" Y tenía razón: Si todos observamos los preceptos de la ley, el orden imperará por todas partes y gozaremos de verdadera libertad.
El buen uso de la libertad proporciona grandes satisfacciones. Usemos, pues, de ella, pero no abusemos.
LIBRE
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